Bien dicen que la risa es la antesala de las lagrimas.
Nunca espere esto que paso y menos me lo esperaba de quien lo hizo...
Como me gustaría agarrar a mi perra y el dinero que traigo en la bolsa, salir de aquí y perderme en las plazas de otro esado, sin pensar en nada más que en shikatila.
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